04 septiembre 2007

de guardia

--Quien no ha velado no conoce de verdad el alba ni puede entender las palabras del vigía de Esquilo ni la ansiedad con que aguarda la aurora el centinela del salmo.
--Todos alguna vez han velado.
--Pero no por caridad o por ley.
--Por pura desolación.
--Ésos no esperan el alba.

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34 Comments:

Blogger Adaldrida said...

Me repito, pero quiero repetirme. ¡Uauuu!

04 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Y yo reitero mi agradecimiento, Rocío.

04 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Inmenso.

PD: Tus "trincheras" viajaron conmigo a Edimburgo, gracias por darme tan buenos momentos.

04 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Buentes, para nosotras, fue un placer acompañarte.

04 septiembre, 2007  
Blogger Juan Manuel Macías said...

Precioso.

04 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Gracias, Juan Manuel.

04 septiembre, 2007  
Blogger grande said...

"BERNARDO.- ¿Quién vive?
FRANCISCO.- ¡No, contestadme a mí! ¡Alto y descubríos![...]
BERNARDO.- ¿Ha sido tranquila vuestra guardia?
FRANCISCO.- Ni un ratón se ha movido" Hamlet, Shakespeare

"Verano e invierno, sobre los muros átridas vigila la guardia. Ahora por fin se oyen sus gritos. Han divisado las grandes luces en lo alto; y se alegran: marcan el final de su penosa tarea[...]" De "Cuando la guardia vio la luz", K. Kavafis

Fantástica tradición la de la guardia.

Frente al foso de la noche.

04 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Bienvenido, Grande, y bienvenidos esos vigías daneses y argivos que te acompañan.

04 septiembre, 2007  
Blogger Bukowski said...

Qué bueno, qué bueno.

04 septiembre, 2007  
Blogger samsa777 said...

Pues me sumo a las citas, y continúo la tuya y la de Grande con el inicio del "Agamenón" de Esquilo:

«ATALAYA.- Pido a los dioses que me libren de este penoso trabajo, de esta guardia sin fin que estoy haciendo en lo alto del palacio de los atridas, todo el año alerta como un perro, contemplando las varias constelaciones de los astros de la noche.»

Y: «No termina jamás la incertidumbre» (Julio Martínez Mesanza, "No me voy a mover")

Besos

04 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

“Mi ser aguarda al Señor más que el centinela la aurora” (Sal 130,6)

05 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Velar. Tan hermosa la palabra como lo que representa, mantener en la ventana una vela encendida, para indicar al que llega que por tarde que sea se le espera. Las veladas tiene la misma raiz, reunión sin luz del día, que duraba lo que tardaba la vela en consumirse.
Puestos a citar, velad, pues no sabéis ni el día ni la hora, consejo a no dejar dormir. Del Hombre.

05 septiembre, 2007  
Blogger Juan Ignacio said...

Es una hipótesis magnífica. No puedo decir que es verdad sin antes hacer una aclaración, pero ya puedo decir que es una hipótesis magnífica.

Quien en su desolación busca la noche, ese sí que no espera el alba. Así sí, asiento.

En cambio, quien por la noche toma conciencia de otro tipo de desolación, ese si que puede estar esperando el alba. El alba y el Alba.

Pero toma este comentario como un tanto imprudente, porque no conozco al vigía de Esquilo (que no se enteré Arp).

05 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Gracias, Bukowski.

05 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Ése es el vigía de Esquilo, Francisco.

05 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Y ése el centinela del salmo, Juan Luis.

05 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Vigilare: de ahí vienen todas esas maravillosas palabras, Toi (velar, vela, vigilia...), que nos hablan de espíritu alerta, abnegación y esperanza.

05 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Quizá falta, Juan Ignacio, la palabra "desesperación" (aunque veo ahora que, partida y a su manera, está en el texto), porque, como bien sugieres, aquí un alba lleva a otra.

05 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Sí, a veces el fondo de la desolación puede parecerse mucho a la desesperación, cuando la luz del día sólo puede traer más desolación.
Hoy publica el periódico la foto de un inmigrante rumano que se ha prendido fuego en Castellón ante la Delegación del Gobierno y en presencia de su familia, en el fondo de la desolación, sin trabajo, sin vivienda, estafado, mandado de unos a otros, y sin posibilidad de encontrar los 400 euros que les permitirían volver a casa. Su hija explica que "es como un círculo, nadie ayuda". Hay veces en las que el alba es esa ayuda que nadie brinda.
Pero hay otras veces en las que ni siquiera está en nuestras manos romper el círculo, en las que no hay ayuda posible. Son desolaciones que sólo terminan con la muerte; sólo ella puede traer el alba.
Es entonces cuando es más necesario tenerlo presente: que siempre nos espera el alba, aunque a veces venga con tan espantosa cara.

05 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Ése, Crista, es un caso extremo y trágico de desesperación. Desde un punto de vista moral, el suicidio liberador no deja de ser suicidio. En cuanto a las consecuencias, esa familia sufrirá en adelante aún más de lo que ya sufría y, además, sus posibilidades económicas estarán más limitadas. Si, con todo eso, se toma una decisión así, es que el dolor y el vacío han llegado muy lejos.

05 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Como dejó dicho Chesterton, todo se resume al final en elegir entre la luz y la oscuridad.
¿Valdría como ejemplo de oscuridad?:
"... De un modo parejo, implacable, inútil, debe agotarse para el condenado a muerte el último plazo.(...) el poder de la experiencia rompe el hechizo de la duración y reúne lo pasado y lo futuro en lo presente, en las impacientes noches de insomnio la duración origina un horror insoportable. La vida humana se convierte en instante, y no porque supere la duración, sino porque se desvanece en la nada manifestando su vanidad en el seno de la mala finitud del tiempo en sí. En el ruidoso tic-tac del reloj se percibe el desdén de los años luz por el palmo de la propia existencia.(...) En su estado de total impotencia, lo que se le ha dejado vivir le aparece al individuo el plazo breve de un ajusticiado." (T.W.Adorno)
Y como ejemplo de luz?
"Qué bien sé yo la fonte que mana y corre, aunque es de noche" (Juan de Yepes y Alvarez)

05 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

No, Julio, no me parece que pueda llamarse suicidio, y menos liberador, a lo que ha hecho este hombre. Lo que ha hecho ha sido exponerse a la muerte para salvar a su familia. Como no puede considerarse suicidio ir a la guerra y arriesgar la vida para defender a tu patria.

06 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Crista, ¿no crees que, vivo, sería siempre de más ayuda para su familia? Exponer la propia vida para salvar la de otros ante un peligro físico inminente no es suicidio; pero aquí no se trata de eso. Ese peligro inminente no existe y lo que se arriesga es de más valor que lo que (supuestamente) se alcanza. Por eso, hablo de desesperación. Puede verse también como una inmolación, como un sacrificio, como un gesto extremo con que romper el vacío que se había creado alrededor de ellos y de sus perentorias necesidades y abrir, al menos para su familia, una vía de salvación. No sé. Al decir lo de suicidio liberador, tampoco estaba juzgando. Lo único que señalaba es que, para tomar una decisión así, el dolor y el vacío tienen que ser enormes.

06 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Dos ejemplos extremos, Amigo de Kierkegaard. Ese tic-tac angustioso del texto de Adorno y el limpio rumor de la fuente que mana y corre.

06 septiembre, 2007  
Blogger FPC said...

Saludos. Acabo de descubrir tu blog y lo sumo a mis favoritos. No en vano ya me había llamado mucho la atención tu último libro. Enhorabuena.
[http://jardines-secretos.blogspot.com/2007/07/julio-martnez-mesanza.html]

06 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Vengo de tus jardines secretos, fpc. Enhorabuena. Y había en ellos un muro y un foso. Gracias.

06 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

¿No busca muchas veces el alba quien camina hacia la oscuridad? No creo que sea cierto que no busquen el alba, sólo que yerran confusos.

07 septiembre, 2007  
Blogger AFD said...

Ha amanecido en México, y los rododactylos de la aurora me han dejado tres paquetes: uno de incienso, uno de mirra, uno de oro.

Gracias, Julio, de todo corazón.

07 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Depende, José Luis. Si son conscientes de encaminarse hacia la oscuridad, están renunciando al alba. Si no son conscientes, están dando un largo rodeo. Y esto último es lo más común.

07 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Preciosa manera de decirlo, Alfredo. Y una alegría. Confiaba en la aurora de rosados dedos, porque siempre vuelve, y desconfiaba del correo, porque a veces no llega.

07 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Miro las nubes desde mi alta torre
"buscando no se sabe bien qué cosas".

10 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Ése que mira el cielo, Juan Luis, no acabará en las pocilgas como el protagonista de mi poema.

11 septiembre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Enorme, enorme.

Le deja a uno un algo ahí dentro, un vacío que se hace vigía. Cuando dices "por pura desolación", se te llena la boca de vidas. Y uno se pregunta qué puede hacer ahora, salvo seguir leyéndolo.

Enorme, don Julio. Es usted un maestro.

10 octubre, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Gracias, de Diego.

10 octubre, 2007  

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