11 mayo 2007

la única rosa

La única rosa viva es esta rosa
que agoniza en mis manos. La ignorante,
la ausente como yo, la que no sufre.

El Cairo, noviembre 2001

(de Entre el muro y el foso, 2007)

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6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No sabía lo de tu nuevo libro.
Espero ansiosamente tener un rato para poder ir a comprarlo.

Julio, me gustaría que me remitieras tu email para poder comentarte un asunto sobre el próximo número de la revista. Me lo puedes remitir a biblioteca@centroeducativoaltair.es.

Muchas gracias y un fuerte abrazo.

11 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo said...

En contraste con “las infinitas rosas" de ayer, que crecen en jardines ignorados y adornan salones con su muerte, la vida de esta “única” de hoy en unas manos es toda una respuesta ante el nihilismo. Agoniza esa rosa, puede ser, pero acariciada. Hay una diferencia abismal entre morir ahí, como una cosa anónima, plural, decorativa (¿estará ocurriendo esto con nuestros “valores”?), y agonizar en tangencia con un alma humana. Entonces no se muere; te hereda quien te acoge, te salva quien te admira. El nihilismo (de ayer, en realidad) es dejar que lo que me es indiferente se convierta en adorno moribundo porque ya no significa nada.
Me he pasado, probablemente, pero la hermosa brevedad de hoy ante la dilatada y bella reflexión de ayer me han estrellado, una vez más, con estos “bellos” tiempos que se adornan de valores en que pocos creen mientras la mayoría los deja morir sin una sola caricia, con, todo lo más, una distraída mirada.
Hermoso poema, Julio, muy hermoso.

11 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Antonio, ¿qué puedo decirte? Hermoso es tu texto, no mi poema.

12 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo said...

¡Venga ya!

12 mayo, 2007  
Blogger Paralelo 49 said...

Ayer, un día antes de mi vuelta lo conseguí!: Entre el muro y el foso

19 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo said...

¡Ojalá te guste, paralelo 49!

20 mayo, 2007  

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