17 julio 2006

zacarías

Después de no creer el anuncio del Ángel, Zacarías enmudece y tiene que valerse de signos y gestos para hacerse entender. Pero los gestos no son la palabra. La duda, la negación, la incredulidad, nos hacen enmudecer, nos privan de la palabra, nos vuelven gesticulantes.

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2 Comments:

Blogger Jesús Beades said...

Pero mejor gestos que nada.

20 abril, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Sí, mejor que nada; pero, desgraciadamente, hemos dejado atrás la época de la palabra y entrado, sin remedio aparente, en la de los gestos.

20 abril, 2007  

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