07 marzo 2007

elogio del converso

La verdad necesita de la pasión. Sin pasión, la verdad es sólo ley. A veces, para apasionarse por la verdad, hay que llegar a ella desde fuera, incluso desde lejos, no estar desde siempre en ella. Los hombres a quienes conmueve y apasiona la verdad son sus mejores instrumentos. Un converso es pura pasión al servicio de la verdad.